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lunes, 3 de enero de 2011

Preparativos del viaje

Mi decisión fue súbita, y relativamente fácil de ejecutar, aunque un montón de cosas a último minuto casi peligran mi partida. Una de ellas es que mi pega (reemplazo en un colegio) (soy profesora) (entre otras cosas) debía acabar el 30 de diciembre, día de mi vuelo, pero por motivos de administración y demases, se acabó el 30 de noviembre. Eso significó un mes entero de sueldo menos, que tenía bastante contabilizado.

Pero gracias a Dios cuento con el apoyo de mi familia. Con mi papá, por ejemplo, quien cometió el error de pasarme su tarjeta y de decirme “gordita, compre lo que le falte” (danger). Admito que estaba tan asustada con lo que caro que me han dicho que es Australia, que la hice zumbar, y casi sin ninguna culpa, cuando nunca he sido demasiado consumista…. Literalmente sentí que me picaban los dedos, aún cuando pensaba en la tarjeta sin ni siquiera tenerla, así como el perro de Pavlov… y ahora pago mis pecados moviendo una mochila gigante que me agarrota los musculitos, jeje… pero que me hace sentir protegida, porque cuando la miro recuerdo cómo quisieron mandarme lo más cubierta posible al otro lado del océano, y más que recordar lo que me compraron para lograr eso, recuerdo lo querida que he sido, y cómo mis sueños son también los suyos.

Mi idea, en todo caso, es pagarlo todo yo… cosa que hasta ahora estoy haciendo (excepto los regalines varios), pero tengo ahorros solo para vivir hasta más o menos un mes y medio, o a todo dar dos. Si me atraso, tengo apoyo paternal hasta poder pararme con mis propios pies (y además en abril viene la santa devolución de impuestos)… pero pretendo lograrlo luego (apenas llegue de mi mini viaje) y, si me va como a otros les ha ido, no debiera tener problemas con ello.

Otra de las cosas que peligró mi partida, fue el trámite mismo de la visa Work and Holiday. Es relativamente rápido sacarla, pero a mí el test de inglés (que lo piden) y el paro (por el reajuste) me demoraron. El test de inglés porque iba a hacer el IELTS y me inscribieron mal… con tal que no pude hacerlo, y tuve que esperar hasta las siguientes fechas (aunque entonces elegí el TOEFL), que no son muy seguidas, y de ahí se demoraron aún 10 días más en entregarme los resultados (aunque se suponía que serían 14), y el paro (por el reajuste) porque solo se pueden hacer los trámites para esa visa en el Ministerio de Relaciones Exteriores tres días a la semana (y con un horario muy limitado), y con el paro perdí semanas enteras.

También hay que mencionar que no es fácil hacer una mochila “flexible”. Como quizás me quede hasta un año, y como quizás viaje hasta a los Himalayas, tuve que dejar espacio para las cosas más insolitas (hasta ropa elegantosa traje, por si trabajo en un lugar fancy), yo quien con suerte se lleva dos poleras si se va una semana afuera.

Pero ya estoy aquí y eso es lo importante :)

Galgatravel

Así que vuelvo a las andadas. Dejé de escribir – públicamente – por bastante tiempo, básicamente porque no tenía de qué hacerlo… pero ahora he vuelto a tener motivos. Estoy en Australia, iniciando lo que podría ser un viaje mítico, uno que me va llevando en él, en vez de provocarlo yo. No sé dónde viviré, ni cómo, ni con quiénes, pero resulta que estoy aquí, lanzada a la aventura. Está eso dentro de mí que arde y que me lleva a hacer cosas… a ir a lugares solo para mirarlos, aunque ahora, dadas las circunstancias, tendré que interactuar con ellos. Y todo eso me parece tan emocionante que apenas quepo en mí, de expectación, libertad y curiosidad.

Me explico. Inicialmente, pretendía venir aquí por solo cerca de dos meses… saqué la visa de turista y pretendía juntarme con ciertos amigos, y conocer ciertos lugares, en parte aprovechando lo ridículamente barato que es viajar en año nuevo. Pero luego me embalé. La vida en Chile se me hizo aburrida e inconexa, y la perspectiva de un cambio de aire empezó a decir mi nombre a gritos… así que saqué la visa de Work and Holiday, la que permite trabajar aquí en Australia por un año entero, y tener múltiples salidas a otros países, aunque aún no sé si me quede tanto.

Conservo mi pasaje original de vuelta a Chile el 19 de febrero, pero si me va bien aquí, lo hago, al menos por unos meses más. Por supuesto, no tengo idea de qué “irme bien” significa, pero eso es justamente lo interesante de los viajes… que uno no puede tener expectativas formadas, porque no sabe a lo que viene… sino solo estar allí y ver cómo el asunto se va desplegando. Es como recibir el menú sorpresa en un restorán, y ahora estoy sentada esperando mientras me froto las manos.

Más que llamarme Australia mismo… me llama la idea de vivir en un lugar nuevo… teniendo una vida sencilla, trabajando en cosas simples, lo que me parece incluso terapéutico por un tiempo, ya que los trabajos prácticos (como ser barwoman o limpiar casas) tienden a limpiar la mente, y acá además son bien pagados. Esa idea me gusta… aunque más me gustan los viajes que quiero hacer con ellos, y es que no solo quiero conocer Australia, sino que también Nueva Zelanda, China, Indonesia, India, Nepal, y en especial los Himalayas (al sudeste asiático ya fui antes) (es bacan). Quiero perderme en medio de ello, desaparecer de la faz de la tierra, sumergirme en lo más profundo de la experiencia humana… aunque sepa que ella también – y en especial – viva en los aspectos más cotidianos y menos lujosos de la vida. Quiero corretear por todo el universo posible, y en ello ir lo más lejos que pueda…

Pero no quiero hacerlo sola, así que otra de mis tareas aquí es conocer gente, conseguir partners, y encontrar cierto nicho… lo que me parece lejos lo más desafiante de todo, y lo único que me da un poco de miedito. Ya tengo a algunas personas acá, pero nadie aún con quién pueda realmente contar… excepto una buena amiga que vive en Brisbane, con el marido y su guagua chica, pero que por eso mismo no quiero molestar mucho, como tampoco espero que me acompañe a estos viajes.

Y ese es mi proyecto. Chan. Y aún no sé dónde viviré ni trabajaré para lograrlo, pero estoy entre Sydney, Brisbane y Melbourne, y Sydney en este momento va liderando la competencia. Aunque eso todavía no empieza. Voy a estar viajando por el norte de Australia hasta el 20 de enero, que es cuando llego a Sydney, y estos 20 primeros días suponen ser de puro traquetear y de puro placer, aunque como estoy apuntando a ganadora y pretendo vivir aquí, no me atrevo a gastar demasiado en ellos… pero eso no importa, porque igual estoy viajando y eso me hace sentir impresionantemente libre… y anónima, como si nada ni nadie pudiera alcanzarme. Siento que tengo el tiempo y el espacio para inventarme de nuevo, y agradezco profundamente que se me haya abierto una puerta como esa, tanto como agradezco tener esa compulsión que me permite hacer cosas locas como tirarme de cabeza a ella.

Mi viaje empieza en Darwin, que es donde estoy ahora, y luego me voy a Cairns, y a Cape Tribulation, antes de llegar a Sydney. Llegué con el año, y quizás me vaya con él.

Todo depende de cómo me vaya, y de qué cosas pasen en el camino.

Aunque, por supuesto, me remitiré a compartir solo las que tienen que ver con la mirada del viajero. Es que se me abren todas estas culturas nuevas y encuentro que sería un crimen no compartirlo. Tal vez a alguien le sirva, y además quienes me quieren y están lejos de mí, pueden sentir que están viajando conmigo.