martes, 20 de diciembre de 2011

Banda Sonora OZ y alrededores, parte 1.

A mí me encanta escribir de música, así que como bonus track de este blog voy a publicar una simpática lista (y pequeño análisis) de las canciones que más me acompañaron durante mi mítico viaje a la Oceanía y alrededores. Tal viaje incluyó, para los desmemoriados, Australia, Nueva Zelanda e Indonesia, y duró de fines de diciembre del 2010 a mediados de julio del 2011. En esta tanda.

Como todos ustedes saben, uno va por la vida moviéndose con cierto soundtrack (o banda sonora), y aunque muchas veces esas canciones son irreproducibles, porque no existen de un modo popular, o simplemente son una mezcla improvisada y poco culta de muchas otras, en ocasiones tenemos la suerte de que sí podemos alcanzarlas en un tema específico, a guardar en el Itunes, listo para ser escuchado… a veces una y otra y otra y otra vez, ante el espanto de los cohabitantes, cuando carecemos de audífonos o no nos da la gana usarlos.

Quiero, entonces, poner aquí las canciones que me acompañaron durante este corretear. Fueron más de 100 las que tuve pegadas en mi cabeza, pero decidí reducir la lista a 60 que quizás fueran las más significativas dentro del viaje (porque aparte hay algunas que tengo pegadas desde el inicio de la humanidad). Eso sí, no están expuestas ni por orden de importancia, ni por orden cronológico de cuándo me dio con ellas, sino que en orden alfabético para facilitarme la vida, y también para hacer un efecto de collage.

Con esto me refiero a las canciones que yo escuché en mi Ipod, no a las que hice a otros oír… porque sí le di duro a la guitarra, tocando canciones de Silvio Rodríguez, y Paul McCartney, y Seru Girán, y REO Speedwagon (jaja), pero mis versiones eran tan distintas a las originales que mejor ni las puse. Solo les queda imaginar. O recordar, quienes tuvieron la suerte de escucharme en acción, jejeje. 

Voy a publicar las canciones en 5 posts, de 12 canciones cada una (sin contar bonus tracks). Sí, la gran mayoría son en inglés, pero es que uno se retroalimenta de la cultura circundante… pero también hay en francés, portugués, italiano, alemán y, por supuesto, castellano. Yo opino que va a ser un listado muy interesante, y que pueden aprovechar de actualizar sus listas de música. Aunque la música del Ipod es tan pero tan personal…

Así pues, aquí vamos:

1.  "Another Sunny Day", de Belle & Sebastian.

Es una canción alegre en su melodía y ritmo, que se me pegó solo porque me tocaron días soleados, uno tras otro y tras otro, especialmente en Cairns, norte tropical de Australia, y mi subconsciente es muy literal a la hora de canturrearme. Eso sí, la canción es solo alegre en la melodía y ritmo, porque si uno escucha la letra habla de un amor que se termina (así un poco como pasa con la canción de la Whitney Houston “I will always love you”, con la que la gente se casa, y resulta que en ella no terminan juntos).

Esta canción además es muy fácil de sacar en guitarra y de aprender, lo que hizo que la usara mucho a la hora de lucirme con los compañeros de turno. Para mi sorpresa, casi nunca cachaban a Belle & Sebastian, que viene a ser un grupo de culto – y en especial de culto taquilla y alternativo – en Chile… así que pude chamullarme la canción entera, dejándola en general con un final mucho más alegre que el original, jejeje. Aunque a veces dije cualquier cosa.

Ahora me recuerda la feliz templanza de esos días tan soleados, aunque a veces eran tan soleados que amenazaron con hacer caer mi piel a pedazos (y de hecho, a veces, fueron más allá de la pura amenaza).



2. "Anny", de Leonardo Favio.

Una parte importante del viaje la hice junto a la Anne, una holandesa a quien conocí en el campo. Entonces nos tocó ser coleguis en la recolecta de tomates, y no pasó mucho antes de que nos hiciéramos amigas, al principio por necesidad (alguien que te acompañe a hacer dedo, que comparta gastos de cocina) y muy luego por afortunada afinidad, tanto que luego del campo decidimos mochilear juntas por unas semanas. La verdad es que era - y es - adorable.

En mi amor fraternal me preocupé de enumerarle todas las canciones que podían mencionar de algún modo su nombre. La principal fue "Ana" de GIT , que le gustó al principio, pero cuando me pidió que le tradujera la letra dejó de hacerlo (esa Ana no es una persona muy feliz). Entonces se me vino a la mente el "Anny" de Favio, que me dio por repetir una y otra vez, en especial a las horas de espera, sacando los tomates, o haciendo dedo en la calle, o esperando pacientemente a que ella terminara de secarse el pelo para salir (odisea).

El diminutivo común que le hacían a la Anne era "Annetje", por lo que pensé que no iba a funcionar, pero me contó que en su casa le decían así y se emocionó un poco, y yo ahí repitiendo una y otra vez la tonada. No sé porqué me agarró tan fuerte, tal vez porque viajamos mucho juntas, porque en verdad la canté muchísimo, tanto que hasta yo tenía ganas de hacerme callar.

Por suerte, ella se mostró encantada, y tomó la obsesión de mi mente como un acto genuino de amistad (que lo era, pero no a ese nivel loco), y hasta trató de aprendérsela. A su vez prometió pasarme unas canciones holandesas de su laptop, pero se le inundó la carpa donde dormía en el campo, murió el laptop y hasta ahí llegamos con eso. Por ahora.



Como bonus track, el "Ana" de GIT (que en verdad se llama "La calle es su lugar").



3. "Aria Ario", de Paolo Meneguzzi.

Sí, sé que esta elección podría escandalizar a muchos, jaja. Se me pegó cuando estaba en Stanthorpe (el campo), alojando en Blue Topaz, el parque de las casas rodantes, y tenía a este grupo de amigos italianos con los que cocinábamos juntos. Una noche nos dio por hablar de música y ellos me preguntaron a qué italianos conocía, y para su espanto les dije a la Laura Pausini, Paolo Meneguzzi, y Andrea Bocelli, al principio un poco para molestar, luego más en serio (de verdad me gustan muchas de sus canciones). Como pasa en casi todos los países con los que un músico es popular fuera, sus compatriotas encontraban que representaban a lo peor de su patria, aunque algunos apreciaban al último, y así pusieron los ojos en blanco cuando se los canté, improvisando yo incluso un baile casual. 

Luego les mencioné a Domenico Modugno, Gianni Bella, Franco Simone, Matia Bazar, Massimo Di Cataldo y a algunos ni los conocían. Para mi sorpresa, el único que no fue abucheado fue Gianluca Grignani, el que canta “Mi historia entre tus dedos”, una canción que a mí me gusta pero que sé que es muy pop.

De todos modos, mis amigos no supieron recomendarme a otros italianos, excepto a unos electrónicos cuyo nombre no retuve (los italianos que conocí en general son muy electrónicos) (todos los europeos, en realidad).

Ellos no conocían absolutamente a ningún cantante chileno.

Luego de esa noche, como era un tema prohibido, casi cada vez en que los veía me ponía a cantar el “Aria ario”, sin darme cuenta. Al principio se enojaban un poco, pero cuando vieron que era mi amistoso subconsciente, empezaron a aceptarlo y a veces hasta lo cantaban conmigo. Sospecho que algunos llegaron a tenerlo un poco pegado, incluso, al final. Yo misma estuve cantándolo incesantemente al menos unos tres meses luego de eso. Y todavía a veces.

Igual admito que a mí me sigue gustando Paolo Meneguzzi, aunque más “Un condenado te amo”, o “Eres el fin del mundo”, jeje. Mi elección tal vez sea obsesiva, pero no es un error de mi subconsciente.



"Un condenado te amo"



"Eres el fin del mundo"... jeje.



4. "Aquarela do Brazil", de Joao Gilberto.

Otra vez, obra de mi subconsciente, junto a un gusto por el bossa nova, porque es tan pero tan dulce y tranquilizador, casi una terapia. Cada vez en que vi a un brasilero, automáticamente me puse a cantar esta canción, junto con “Garota de Ipanema” o “Insensatez”, aunque ésas menos. Como conocí a muchos brasileros (aunque a pocos portugueses) esto me pasó por lo menos cuatro veces, y en todas me duró harto. Al principio ellos se ofendían pensando que lo hacía a propósito, para molestarlos, pero luego veían cuánto en verdad me gustaban estas canciones y se emocionaban.

Sin embargo, uno de los recuerdos más graciosos que tengo con esta canción es el de estar en Kuta, Indonesia, cantándola medio bajito en medio de la calle, y que entonces un local que se me cruzó cantó un fragmento. Lo que es la globalización.



Mi versión preferida de "Insensatez", por Lisa Ono.



5. "Baby’s Coming Back To Me", de Jarvis Cocker.

Ésta me encanta. Es positiva y dulce y me queda justo al tono, y además Jarvis Cocker podría ser de las voces más sexys que he oído jamás.

Fue como a un mes de volver a Chile cuando empezó a sonar dentro de mi cabeza todo el día, incesantemente, como en rotativa. Cuando me pasa esto en algún momento tengo que preguntarme el porqué, y entonces me di cuenta de que era porque yo iba a volver, y quizá estaba cantando a través de los familiares y queridos que ya me estaban esperando: era el modo en que estaba queriendo que ellos me quisieran, con amor y ternura e incandescente felicidad. 

Yo iba a volver a casa.



6. "Baby", de Justin Bieber con Ludacris.

Esta canción es simplemente pegote, y además bastante buena. Mi parte favorita es cuando canta Ludacris, o más bien rapea, parte que me sé de memoria. Es una canción que me pone alegre, aunque el tema sea más o menos trágico.

Además de ser una canción pegote, es una canción de la que igual no habría podido desprenderme puesto que es un gusto común y la tocaban en todos los lados, no solo en las fiestas producidas, sino que también en las pequeñas juntas con amigos casuales. Grande fue mi alegría cuando descubrí que yo no era la única que se había aprendido la parte del rap, la cual canté al unísono con compañeros casuales (o no tan casuales) tanto en Cairns al principio, como en el campo, como en Nueva Zelanda, como a lo largo de todo el viaje, incluso en Indonesia.

La parte que más me gusta es cuando Ludacris dice algo así como “She knows she got me dazing, ‘cause she was so amazing, and now my heart is breaking, but I just keep on saying”… parte que todos acordamos dinamizar con las piernas flectadas y cara de sufrimiento, justo antes de llegar al “baby, baby”, coro en donde los ruegos de amor se cambian para hacerse alegres y chistosos.



7. "Bad Romance", de Lady Gaga.

Esta canción opino que es una joya, quizá la mejor de Lady Gaga, y eso que tiene muchas canciones buenas. Opino que es un gran acierto que solo levante la voz una vez al final cuando dice “I don’t want to be friends”… que sea la única vez que lo hace, convierte a ese ruego en una súplica de verdad… le da toda la intensidad que le quitaría si fuera repetitivo. Yo espero casi toda la canción solamente para llegar esa parte, aunque sea entera buena.

A mí me dio por escucharla desde Bali, Indonesia, cuando al fin logré bajarla en un restorán de mala muerte con wi-fi gratis. Luego me dio por oírla cuando iba a caminar, en Sydney. Y entonces me pasó algo divertido: Conocí a Romain, un francés guapísimo con el que anduve medio pololeando casi dos meses, en los que fuimos bastante felices… hasta que lo descubrí con otra en los matorrales en el parque de casa rodantes donde estábamos quedándonos. Para esa altura ya estábamos en el campo, al cual me había convencido de ir porque podía ayudarme a encontrar pega, y podíamos estar juntos, y etcétera.

Luego de eso vino en la parada de que fuéramos amigos, aunque luego quedó claro que no podíamos serlo, y poco después yo me fui a viajar con una amiga y dejamos de vernos. Así que, chao pescao… pero entremedio me dio por poner y poner esta canción, aunque yo misma no entendía mucho porqué dado que, sí, el franchute me gustaba, pero siempre supe que no iba a durar demasiado (además de que estábamos en la experiencia de la work and holiday, yo tenía 7 años más que él). Por supuesto que había herido mis sentimientos, pero tenía que haber algo más.

Quien descubrió qué, fue Manami, mi roomate japonesa del campo. Yo figuraba cantando la canción a voz en cuello y con los ojos cerrados una tarde cualquiera en nuestra casa rodante, y ella se rió con cara de comprensión porque pensó que estaba diciendo “bad Romain”, en vez de “bad romance”, jajaja, y empezó a decirlo conmigo, moviendo el índice derecho como enfatizando “very, very bad”, jaja. Y entonces entendí. Y la cantamos juntas, con ese sentido, y desde ahí que siempre me recuerda a él. Y a ella, diciendo “Loman” y siendo mi cómplice.

En todo caso es una canción buenísima.



8. "Barbra Streisand", de Duck Sauce.

Ésta es simplemente adorable. Es un homenaje que le hicieron a la Barbra Streisand, un grupo muy taquilla, y no solo el video es buenísimo, sino que la canción es muy buena, y tan bailable.

Además, a mí me cae chancho la Barbra Streisand.

Se puso de moda a mediados de mi viaje, y me causó mucha gracia el modus operandi de la canción, porque es chistoso y canchero, pero fue desde Nueva Zelanda cuando más la tuve pegada. Es que Scratch, el guía y conductor del tour de 14 días que tomé en la zona, inventó un juego durante las largas horas de carreteras, en donde cada vez en que la canción decía "Barbra Streisand" (muchas), teníamos que decir todos, en voz alta, el nombre de una película. Suena fácil, pero era muy difícil. Aún así, luego incluimos otras categorías como cantantes, países, y etcétera, embalados y suicidas.

Lo gracioso del juego es que todos gritábamos al mismo tiempo, entonces nunca podíamos saber si alguien había hecho trampa o no. Al final era una especie de exorcismo comunitario.



9. "Brothersport", de Animal Collective.

Esta canción yo creo que se me pegó por el solo hecho de que dice “You’ve got a real good shot” (tienes una muy buena oportunidad), luego de repetir muchas veces “open up, open up, open up your throat” (abre, abre, abre tu garganta), que yo entendí como abre tu corazón (suena similar). Más tarde busqué la letra y no se refería exactamente a lo que yo creía, pero sí parecido.

De todos modos, es una canción insistente y muy alegre, y yo creo que se me pegó porque era mi interior chillando de felicidad por tener tal oportunidad de ir a recorrer el mundo… de vivir esa experiencia, aprender cosas, conocer gente, poner en práctica teorías personales, y etcétera… y así cada vez en que me sentía un poco desanimada y en que me iba mal, ponía esta canción, y recordaba que la presencia de esa oportunidad, tan lejos de todo y yo con tanta facilidad para reinventarme… era el momento perfecto para practicar tantos nuevos hábitos y costumbres en mí. ¿Qué importaba si me caía, o si me equivocaba garrafalmente? Yo podía hacer cualquier cosa. Estaba demasiado lejos de todos los que conocía. Era más libre que nunca de ensayar y errar. Tenía todo el espacio y la privacidad del mundo para aprender de los demás y de mí misma.



10. "Chanson pour Pierrot", de Renaud.

Otra vez Rom, el francés guapo. Estábamos recién pinchando, y yo quería aprender su idioma. Para enseñarme, puso algunas canciones de Renaud en su radio portátil, un cantante franco muy popular en su propio país, pero del que fuera se sabe poco. Las canciones eran delicadas, profundas, interpretadas por una voz rasposa y a la vez suave, y Romain me las fue explicando una por una. Era la tarde/noche, estábamos una plaza en Sydney y había mucho viento así que no había nadie más que nosotros allí, un poco forcejeando con las comunicaciones internacionales, porque su inglés era muy malo, y mi francés aún peor.

Pero la música es universal, y también los dramas humanos, por lo que cada canción inundó el lugar de sentimiento de todas formas. Una de ellas Renaud la escribió a un amigo que se iba a suicidar porque la polola lo había dejado, para convencerlo de no hacerlo. Para mi sorpresa, Romain, a sus 22 años, parecía saber exactamente de lo que el desamor se trataba, porque me explicó esta historia compartiendo un brillo especial, como de haber sufrido. Yo no quise conectar porque encontré que era prudente omitir esos temas tan temprano en el partido, aunque concedí un "oh, that's terrible" y entonces intercambiamos cierta mirada cómplice.

Esa canción no sé cuál es, y como aún no sé francés, no puedo buscarla por la letra, pero puse la "Chanson pour Pierrot" que es lejos de mis favoritas, aquí, y es que desde entonces Renaud pasó a ser parte de mis listas musicales. Eso sí, debí esperar meses para bajarlo, por falta de internet. Aunque mejor, porque mi francés igual después me hizo sufrir.

Cuando dejamos de traducir canciones, me puse a hojear un manual que él tenía de francés/inglés, de esos típicos ideales para viajar, que ponen las frases perfectas que decir en cada situación social. En la sección de fiestas, leí en voz alta algo que podría traducirse como "no conozco a nadie en este lugar", poniendo cara de fingida timidez, inflando mis plumas en medio de un juego coqueto. "Pero me conoces a mí", replicó el franchute con total seriedad, mirándome fijamente, casi como una súplica. Y Renaud todavía cantando de fondo.

La verdad es que, en su momento, fue un sueño.



"Mistral gagant", otro temazo.



11. "Chasing Cars", de Snow Patrol.

Era marzo en Sydney cuando yo buscaba pega infructuosamente. Estuve un mes entero allí y solo obtuve un trabajo casual en una fábrica.

Entonces fue la primera vez que compré internet, uno al que se puede acceder desde un pendrive que se conecta, y así aproveché de bajar los capítulos nuevos de Grey’s Anatomy, que me acompañaron en esa espera. Eran tardes veraniegas y lluviosas, muy agradables, y yo disponía de un par de horas al día para dedicarme a esos pequeños placeres mundanos… tiempos relajados, sencillos y todavía muy nuevos, dentro de lo que fue Australia.

Así fue como me tocó ver un capítulo que lo hicieron musical, en donde cantaban esta canción. Al principio no me gustó mucho, porque la encontré media mamona (“muéstrame un jardín que esté a punto de explotar de vida”, dicen en inglés en una parte) y sin mucha relación con el tema tratado en el capítulo, y aparte también cantaron una versión de “The Story” que era tan buena que en principio capturó toda la atención disponible… pero luego me di cuenta de que la canción sí me había agarrado porque se me había pegado (evidencia), y así la puse en la lista “Lalala” de mi Itunes, que es donde pongo las canciones que estoy escuchando más en el momento, y que quiero repetir harto.

Tres meses después, en Nueva Zelanda, resultó que era de las favoritas de Scratch, el guía y conductor del gran tour por NZ, quien la cantaba casi todo el día. Eso me causó gracia, porque era una canción tan romanticona y él parecía tan recio y tan macho, pero quizá le había pasado lo mismo que a mí (no porque yo sea recia, sino que porque la canción me conquistó) y sin mayores explicaciones terminamos cantándola juntos en las largas horas de carretera.



Además, voy a agregar (para los curiosillos), la parte de Grey's Anatomy donde la cantan.



Y la versionaza que se pegaron de "The Story", ejalé.



12. Chinese, de Lily Allen.

La Lily Allen tiene una voz tan suave, delimitada, dulce y melódica. Me encanta. Durante gran parte de viaje estuve cantando sus canciones, en parte porque me quedan muy al tono, en parte porque me gusta jugar con ese estiloso acento inglés… pero fue en Darwin en donde más la canté, o quizá en donde más me dio consuelo.

Darwin fue el primer lugar en el que me instalé en Australia, luego de una odisea aeronaútica de Santiago, a Auckland, a Sydney, a allí… sin parar a dormir en ninguna de esas partes. Como queda en el extremo norte del país, casi en Indonesia, y era pleno verano, me recibió con un calor absolutamente tropical, 36 grados a la sombra, y lloviendo y luego despejándose por lo menos unas cuatro veces al día. Un lugar caliente e intenso.

Apenas en mi segundo día de llegada se me echó a perder la cámara, por lo que la dueña el hostal me mandó a arreglarla a una picada. Para llegar a ella, tuve que tomarme la micro como cualquier hijo de vecino, y recorrer sus calles como si fuera mi propia ciudad. Como Darwin es grande y me mandaron lejos, me tomó la tarde completa ir y volver, así que ese día fue todo lo que hice… eso y ver todo tipo de barrios, deslizándose ante mi vista la panorámica del lugar, y yo con la extrañeza de encontrar un lugar que es selvático y verde, lleno de aborígenes, pero que a la vez está copado de personas tan blancas y de casas de estilo tan europeo. El contraste era muy grande y a la vez muy interesante de entcontrar.

Ese día fue el calor inmenso, en cada micro que tuve que tomar, y en cada paradero… pero la Lily Allen con su voz delimitada y melódica, domesticando esa expansión tropical y haciéndome sentir chic. Era algo fresco que escuchar en medio de esa exuberancia caliente. Un consuelo británico y estiloso, paseando conmigo a través del mundo.

Elegí “Chinese” de tantas otras que tuve - y tengo - pegada (muchas) porque es tan romántica, y porque simbolizaba un poco ese anhelo de hogar que todos tenemos, aún cuando andemos patiperreando un océano más allá de lo que queda nuestra casa.



"Who'd Have Known", otra de esas romanticonas.



"Fuck You", una canción agresiva y juguetona (no relacionada al amors).

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Paolo Meneguzi, jajaja... me acuerdo patente de ese festival, él era un niñito todavía.

Me gustaron mucho tus historias, es una forma distinta de ordenar la cosa, aunque hay gente que nunca mencionaste antes.. y eso que he leído harto de tu blog.

Saludos musicales!!

Flegolas dijo...

Wow.. Mansa lista que se viene..
Acabo de empezar con la lectura del primero de los posts musicales y lo encuentro demasiado buena idea! Siempre tendrás este registro para volver a recordar canciones que te llevarán a lugares, vivencias y personas tan increíbles como los/las que conociste..
Yo me acuerdo que siempre quise hacer un Soundtrack de un viaje a inglaterra que hicimos de juvenales con amigos.. Ahí hubiera aparecido Oasis, Tracy Chapman, Blur, Bluetones, Otis Redding, etc.. O sea es muy cierto que es demasiado variado el repertorio.. EXCELENTE
La selección además está bien buena,... aunque entre los Paolo's, los Bieber, las Gaga's, etc me fui pasando NEXT a la siguiente canción... jaja.. Respect..
Ya, muy buena Mary Peace! Pronto seguiré leyendo los posts siguientes!
Curro.

galgata dijo...

¡Gracias al comentario anónimo! :) y Curro comentadorazo, ¡qué rico recibir feedback de alguien que uno conoce in the real life, y que además no es nada más y nada menos que un locutor destacado en www.subela.cl (jaja)! Un enorme placer para mí, y pienso que SÍ, deberías escribir tu propio soundtrack... aunque ya lo haces muy bien poniendo esos soundtracks cada semana en la radio.

galgata dijo...

Oigan y qué les pasa con Meneguzzi!!! es bacán!! ejjeje

Anónimo dijo...

Impresionante la lista.

La canción que siempre me acompaña en mis viajes es "Have a nice day" de Bon Jovi, recuerdo que sonaba en mi mp3 la primera vez que lo dejé todo, cogí las maletas y me fui.

"Shinning like a diamond, rolling with the dice".

galgata dijo...

Bon Jovi!! Es muy bueno para la inspiración también... no me acuerdo de la que dices en específico, pero esas del vaquero, o Living On A Prayer.. uff!!

Saludos a la preciosa Indonesia.