lunes, 10 de enero de 2011

Dimitri es un pillín

Y mis retorcidas teorías estaban en lo correcto. Me encontré con Dimitri en el hall y hablamos del carrete, y tuve que decirle “by the way, she likes you”, jaja. Y él descaradamente me contestó “I know, I just play dumb”, ¡oh! y luego me contó que más tarde habían ido a bailar y luego quién sabe qué, y que lo había pasado bien, pero que no iba más allá.

Igual tengo que admitir que me siento mal por ella… porque no es que le guste un poquitín, ¡es que le gusta demasiado! Casi se pone a llorar cuando me vio conversando con él, y eso que somos solo amigos. Casi me pongo a llorar yo también cuando vi su reacción, porque quisiera decir que no he estado en su lugar, pero sí lo he estado, jeje… aunque a él no le dije mucho, para no ser latera y así no exponerme a perder a mi único amigui actual de la zona. Solo le pregunté porqué y me dijo que “porque no estaba buscando una relación”… pero todos sabemos que esa es una excusa nerd, tanto que los dos nos reímos cuando me lo dijo. Además, eso le recordó la historia de unos amigos suyos, que se conocieron en un tour de hace un par de semanas, y que SE IBAN A CASAR, todo en menos de un mes, me contó. O sea… Dimitri también cree en el amor y todo eso, solo que no con ella.

Bueno, pero cada quien sabe lo que hace. He estado allí también. Y de ahí me invitó a comer, pero solo lo acompañé a unos tragos previos dado que tenía HOT DATE, con un gringo buenmozo que conocí en un tour a una isla tropical (benditos tours, jaja), con tal que solo me quedé un rato, para ir a acicalarme un poco (acá la gente es muy producida)… ¡pero después el gringo me dejó plantada! Por suerte habíamos quedado de esperarnos en un bar, y allí un grupo de casuales me invitó otros tragos más, mientras el gringo – no – llegaba (a nadie le falta Dios). Algunos de ellos están en mi hostal, así que bien, y en parte me alegro porque, de no haber quedado en juntarme con alguien… no sé si me habría atrevido a ir sentarme sola a un bar, y entonces no habría conocido a gente nueva (hasta a un asado me invitaron).

Luego ya estaba un poquitín entonada, así que me volví al hostal, rogando no encontrarme con Dimitri… cuando me lo encuentro caminando en sentido opuesto en la calle, jaja. Por supuesto, pensaba mentirle, pero aún era tan temprano que no pude jaja, así que tuve que contarle y luego de reírse un poco (es cierto que es tragicómico) (y hasta comentó que a él “nunca lo habían dejado plantado”, el muy fanfarrón), me dijo que lo acompañara a comprar unas cosas al night market, y terminamos haciéndonos masajes chinos, caminando por el muelle, y discutiendo sobre vocaciones y sobre películas. Fue muy agradable, y es que es rico tener a un amigo, y conversar paseando, y descubrir juntos locales nuevos, y cosas.

Dimitri se fue hoy a una expedición de corales, y luego vuelve solo por un día, para luego partir a UN CURSO PARA APRENDER A NAVEGAR. Me causa gracia porque además me recuerda a mí… aloja en una pieza totalmente copada (más que yo), para ahorrar algo de plata, pero luego es incapaz de no salir corriendo ante cada tour o actividad, y en ello de arruinarse un poco. Es una agitación por vivir, comentamos… pero es bacán también. Me comentó ayer cómo moverse, para él, era un modo de descansar. Para mí también. Yo descanso cuando camino, y camino, y camino. Mi mente entonces vuela. Y en las noches puedo dormir. Y Dimitri me entiende, y yo lo entiendo a él. Ah, y eso ni significa que me guste y yo le guste a él... es que es grato encontrar a gente con quien no haya que explicarse, en especial cuando uno suele vivir en los que otros a veces catalogan como rayar en la locura, jejeje.

Mis gemelos ingleses también se fueron hoy. Ayer fui el primer día en que los vi vestidos, porque habían encontrado pega en una concesionaria de autos, con tal que andaban los dos con unas poleras amarillo tipo Polo, otra vez iguales. Los voy a echar de menos, porque ya éramos casi como hermanos. Más que por conversar, y comentar las actividades del día, por el mero hecho de compartir el espacio. Veíamos tele juntos, y una tarde hasta dormimos siesta juntos, toda la tarde (en cama separada, obvio, por los malpensados digo, jaja). No es mentira que uno puede llegar al ser con el hacer. Actuamos como cercanos, y finalmente lo fuimos, aunque sea por solo unos días. La verdad es que une compartir pieza (o genera la emoción opuesta).

Ayer llegué de mi paseo y los gemes estaban tomando vino en bolsa y bailando con dos “amigas” el eurodance que tengo en mi ipod y que tanto hace reír a mis amigos (traje una radio chica donde puede ponerse y la tengo en mi pieza). Luego ellas se fueron y ellos se produjeron para salir, probándose más o menos 5 poleras, todas iguales, y preguntándome la opinión para cada una de ellas, aww. También me obligaron a probar distintas tenidas para mi hot date (muy triste). Así que todo muy amistoso, hasta que mucho más tarde en la noche, unos diez minutos después de llegar de la caminata con Dimitri, apareció uno de ellos con la “amiga”… y la cara de decepción cuando me vieron, ohhh, lo peor que les ha pasado en la vida, jaja. “What happened to your hot date?”, me preguntó el amigo, tratando de sonreír pero cayéndosele la cara. A él si pude mentirle (rogué porque no me hubiera visto), con tal que le inventé que había sido una salida buena, pero corta. “¿Por qué?”, preguntó, con cara de desolación, “Because I don´t really like him” (la patuda, jaja) (bueno, no me gustaba mucho, la verdad, pero si lo hubiera hecho igual no llegó).

Pobre. Debe ser difícil para un tipo de 20 años conseguir un lugar donde tener un momento romántico. No creo que Australia sea el tipo de país que permita a sus adolescentes andar manoseándose en las plazas (aunque las plazas acá se abren hasta muy tarde, cosa que también podría intentar Chile) (es lindo). Así que se fueron, ambos con una cara de tragedia horrible, jeje. Hasta me sentí media culpable, pero la noche anterior una australiana, Lauren, vino con otro “amigo”, ¡y se puso a hacer COSAS en la cama de al lado…! tanto así que me despertaron (ésa sí no la vi venir) (tal vez soy muy inocente). Con tal que encontré que ya había cumplido con mi cuota semanal de compasión y benevolencia (aunque a esa Lauren le dije que ya era mucho, pero nunca supe si me escuchó, y tampoco me iba a poner a darle golpecitos en el brazo para que me mirara).

En fin, ahora estoy sola en mi pieza de 6 camas, aunque debiera llegar gente nueva hoy, ¡qué nervios! A ver qué nos traerá el gato. La verdad es que la gente de la pieza es con la que uno más conversa. Y con la del bar/comedor de abajo, pero después de más días… como tenemos una comida gratis, en los días que llevo estoy cachando ya a la gente. Algo que me gusta es que hay de todas las edades. Eso otorga cierta graciosa diversidad. Y nadie parece prejucioso con nadie, porque todos se sientan juntos. Excepto los asiáticos, quizá, que siempre se sientan aparte… pero si hay un prejuicio no sé si es de parte de ellos, o de los demás.

En cuanto al tour, fue BACÁN. A una isla llamada Fitzroy, muy tropical, al lado de unos corales. Yo no fui a bucear, en todo caso, sino solo a la isla misma, las playas, y los senderos… para ahorrar plata (ya tendré dos paseos a bucear después). Es que la isla es grande y tiene unos senderos preciosos… uno de casi 4 kilómetros, hasta la cumbre, y otro hacia la jungla, como de 2. Hice ambos senderos, aunque creo que pocas veces he transpirado tanto en la vida, jeje. Terminé recorriéndolos en bikini y chalitas, porque la ropa estaba tan mojada que si la estrujaba salía agua, muy pintoresco.

El resto de la gente, eso sí, estaba igual. Varios hicieron lo mismo, y fue divertido encontrármelos en los recodos, preguntándonos con angustia unos a otro cuántos quedaba para llegar a la cumbre, o al centro de la jungla, todos hechos una sopa andante. El que más me dio risa fue un surfista de lo más guapetón, que cuándo le contesté que unos 30 minutos puso los ojos en blanco y gritó al cielo, moviendo los brazos: “Good God!”. Mirando la situación de lejos – era muy curiosa – me pregunté ¿por qué las personas hacemos cosas locas como ir por allí subiendo cerros? Pero no sé la respuesta… sino solo que, una vez que a uno se le mete en la cabeza, es imposible parar. Uno tiene que llegar allí, y todo lo demás no importa.

De todos modos, lo logré. Lo logré, y luego me fui a echar a una playa blanquísima, aunque no demasiado rato (ya era tarde). ¡Ah! Y al gringo lo conocí en el ferry. Jim. Él iba a kayakear, luego a bucear, y luego a hacer el trekking. Todoterreno. Conversamos en los dos ferrys, y también en la isla, cuando al final del día nos encontramos en el único local y él me invitó un aperitivo y un mojito. Luego, ÉL MISMO me dijo que saliéramos a la noche (he de repetirlo, por mi dignidad, jaja). Aunque tenía 39 años (nuevos horizontes) la habría hecho, porque era de lo más encantador, y además debo decir que de lo más guapo. Pero tampoco me quita el sueño, el trágico desenlace final, jaja, ¡aunque me las había arreglado para pasar 29 años invicta de haber sido plantada!, jajaja. Y ahora resulta que Dimitri es mejor que yo.

Y ahora también es la tarde, y cae otra vez una gloriosa lluvia tropical.



El faro de Fitzroy Island (aunque no funciona desde el siglo pasado) (ahora usan unas "líneas automatizadas" desde la isla de al lado, moya qué es eso).




Una foto que saqué, ya de vuelta (en el faro) solo para ver mi cara de colapso, jajaja. Estoy toda mojada, pero no se cacha, jeje. Luego, en la cima, no saqué ninguna foto porque había tanto árbol que no se veía bien para abajo... no se podía llegar a la cima-cima porque una lluvia derrumbó el camino y había un cartel de WARNING. En ocasiones normales, quizá lo habría traspasado, pero esto de viajar sola me hace responsable. Además, ni siquiera tengo celular.



Cruzando la playa.


Zoom de la arena.



Alguien lavando una polera.



De guata al sol (o a la sombra).



Abuela nadando con nietos.



Compartiendo el mar.



Unos hongos creciendo en medio de un tronco.



Los ingleses, ¿ven que son iguales? Igual la foto salió borrosa, pero me dio cuco pedir otra (ésa se las saqué solo porque ellos me sacaron una). No sé porqué me da plancha, ¡si ellos me confesaron que me sacaron fotos DURMIENDO y hasta tuvieron el descaro de mostrármelas! jaja, pero así es una.

2 comentarios:

Flor Casual dijo...

Que buenas historias!! porfin me puse al día... y que glorioso tantos amigos! parece que era aún más fácil de lo esperado, me encanta. Que entrete que es viajar sola y tener aventuras en cada esquina. Oye, y veo que vas bajando por la east coast??? dime que vas a ir a Gagaju porfavorrrrr, que eso si que te va a dar para novela! besos querida, mucha suerte y no dejes de contar de todo...

galgata dijo...

Hola! Si, ha sido mas facil de lo que creia! pero igual son amigos casuales que van y vienen... como que todavia no empiezo realmente en ninguna parte, y no soy turista ni local... ademas esas fiestas extreme me aburren un poco! asi que me cuelgo del comedor del hostal y por suerte asi conozco a gente jaja.

No voy a bajar por ahi ahora, sino que vuelo a Sydney. Mas adelante quiero hacerla! Tengo muy en mente a Gagaju y a Nossa! Y tu? Como esta FLORENCIA? Debe ser bacan estar al fin en tu pueblo homonimo!! Besoss